miércoles, 7 de enero de 2009

VISIÓN Y MISIÓN DE LAS RONDAS CAMPESINAS

La Visión de las Rondas Campesinas es el sentido, percepción o conocimiento básico de nuestra realidad concreta en tanto existimos como parte de la realidad económica, política, social y cultural de la Nación; caracterizada por ser más amplia y compleja, con viejas y nuevas ataduras que nos impiden desarrollarnos como país digno, justo, solidario y soberano. En consecuencia, es la unidad de criterios sobre la identidad rondera que sintetiza la condición de productores agropecuarios, su organización de Frente Único y el autogobierno comunal. Estos aspectos están contenidos en el sistema de organización y funcionamiento conforme a principios, valores, experiencias y beneficios.
La información en detalle lo encontramos en las orientaciones y acuerdos de asambleas, encuentros o congresos, debidamente sistematizados en el Estatuto y reglamentos, Programa y Plataforma de Lucha. En pocas palabras, en el Derecho Consuetudinario (Derecho Rondero) que orienta la práctica multifuncional; asimismo en nuestras fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas y retos relacionados con el trabajo colectivo.
Los ronderos del Perú, organizados en la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú - CUNARC, nos reafirmamos que fieles a los principios de autonomía, democracia participativa y autoprotección frente a cualquier agresión, así como la práctica de valores como son: honradez, trabajo, unión, respeto, solidaridad, reciprocidad, entre otros; nos autodefinimos y autodeterminamos como herederos de los AYLLUS del pueblo inca y por lo tanto somos parte de los pueblos indígenas o pueblos originarios (amazónicos, andinos y afroperuanos). Además, debido al trabajo permanente y colectivo de las bases ronderas y sus dirigentes, hoy las Rondas Campesinas son el sector más dinámico del movimiento campesino e indígena del Perú. Ello nos fortalece y nos compromete a trabajar con mayor voluntad y consciencia por la unidad más amplia de las Rondas Campesinas y del pueblo peruano. No somos ajenos a la exigencia y compromiso de contribuir al proceso de transformación social.
La Misión de las Rondas Campesinas es el servicio que asumimos en forma consciente y voluntaria conforme a los objetivos, metas y tareas que corresponden a la situación concreta y a la tendencia de organización, desarrollo y consolidación. Por ejemplo, tenemos la gran misión de defender la historia rondera, las conquistas, beneficios y derechos como resultado o fruto de nuestras orientaciones y acuerdos tomados en asambleas, encuentros o congresos. También implica que seamos conscientes de los riesgos, dificultades y limitaciones; pues no siempre los deseos concuerdan con la realidad. Para no desviarnos es necesario conocer, practicar y defender el Pluralismo Cultural – Jurídico y no apartarnos del objetivo central: el desarrollo humano.
Tanto el pluralismo cultural como la identidad cultural están relacionados con la ciencia (el saber sobre el hombre y la naturaleza), la técnica (producir más y mejor con menor esfuerzo) y con la ética (conducta humana guiada por principios y valores para hacer el bien). Lo contrario a ello es el monismo cultural (pensamiento y actitud de la minoría dominante) que no respeta el derecho a la diferencia, tampoco permite la coordinación e integración. Lo constatamos en la injusta distribución de la riqueza y del Presupuesto de la República, así como en la exclusión o discriminación política y social de la minoría dominante en contra de las mayorías; pero a la vez en la reproducción de lo negativo en los mismos afectados. Es decir, somos mayoría, pero estamos desarticulados, divididos y enfrentados. Esto favorece al triunfo de los de arriba para turnarse en el gobierno del Estado.
El capitalismo salvaje (neoliberalismo) está en su mayor crisis. Sus frutos son la injusticia social contra la mayoría de habitantes del mundo. Los responsables de la tragedia son los que se han turnado en el poder estatal en los diversos países. El pueblo peruano y sus mejores hijos todavía no han gobernado. Por consiguiente, no es delito luchar contra el alza del costo de vida, las privatizaciones, la corrupción, la contaminación ambiental, el saqueo de nuestros recursos naturales, la criminalización de la justicia rondera o comunitaria, así como de las protestas legítimas de la población. No es delito ser progresista, nacionalista, socialista o comunista. De derecha, tampoco. Delincuentes son los que usan y abusan del poder estatal cuando se parcializan con los grandes grupos de poder económico y aplican una política hambreadora, entreguista y represiva en contra del pueblo. Siempre hay que tener presente que "los derechos humamos se violan no sólo por el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades (Vicaría de Solidaridad de Sicuani – Cusco).
Las grandes empresas mineras obtienen cada año grandes ganancias por encima de los 20,000 millones de soles. Por eso pagan a sus gerentes sueldos de 120,000 soles mensuales. Es decir, un gerente gana más de lo que ganan 200 obreros con sueldo mínimo vital y más de 400 pequeños agricultores cuando sus cosechas son regulares. Esta es la gran injusticia económica que los medios de comunicación allegados al gobierno de turno tienen temor a denunciar.
Frente a la política abusiva de la minoría dominante es necesario que también el pueblo se prepare políticamente. Esto no es novedad, pues el gran filósofo Aristóteles, antes de Cristo, dijo que "el hombre es un animal político". En el mismo sentido el filósofo griego EPICTETO (50 – 138 d. C.) dijo: "El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los más necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos". Esto no se tomó en cuenta en las elecciones generales, regionales y municipales del 2006. El atraso político y el divisionismo siempre han permitido que los indignos, estafadores políticos y cómplices de la corrupción nos sigan gobernando, acomodándose a los gustos y caprichos de las grandes empresas transnacionales.
La tarea fundamental de estos tiempos es la construcción de la unidad política y social del pueblo peruano. Ello implica que se unan todas las corrientes de pensamiento que influyen en las fuerzas políticas y movimientos sociales, a fin de que sumemos coincidencias, esfuerzos y recursos para reemplazar al fracasado neoliberalismo por un modelo de desarrollo productivo, solidario, sostenible y humano, en armonía con la naturaleza. Para ello es necesario superar todos los vicios y defectos de la política criolla que no respeta el sentimiento unitario de la población y que debilita y distorsiona la conciencia y acción transformadora de los pueblos. La población percibe que hay algunos que hacen el juego a los planes de la vieja derecha, hoy representada y "modernizada"por el Señor García. Por consiguiente, requerimos MADUREZ tanto en el pensamiento como en actitudes. Debemos preferir los intereses colectivos, dar muestras de desprendimiento y permitir la renovación dirigencial, lo que no significa exclusión ni ruptura de procesos e identidades, tampoco la renuncia a principios, valores y programas. Manifestamos nuestro compromiso de unificar y fortalecer las Rondas Campesinas como organizaciones de Frente Único y de autogobierno comunal, condición básica para contribuir al proceso de coordinación, unificación y centralización del movimiento campesino y de los pueblos indígenas en una sola organización a nivel nacional. Esto es posible. De esta manera, también estaremos en mejores condiciones para contribuir a la gran unidad política y social del pueblo peruano. La CUNARC participó en la Cumbre Indígena, en la Cumbre Social de los Pueblos 2008 y seguiremos participando en el Paro Cívico Popular de los días 8 y 9 de julio, así como en la Asamblea Nacional de los Pueblos a realizarse el 4 de noviembre del año en curso.DANIEL IDROGO BENAVIDES, Presidente de la CUNARC / Lima, 24 de mayo de 2008.

1 comentario:

  1. EL PUEBLO DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS, CON EL RESPALDO DE LAS RONDAS CAMPESINAS TIENE EL CONTROL DEL ORDEN Y LA TRANQUILIDADA Y PAZ CON SU PUEBLO, LAS RONDAS CAMPESINAS TIENEN LA SOLVENCIA MORAL

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